
A una semana del fallecimiento del Dr Raúl Alfonsín (1927 - 2009), primer presidente de la Democracia Recuperada, la agrupación estudiantil Franja Morada Humanidades rinde homenaje al hombre que nos enseño el respeto por la VIDA, por la PAZ, a creer en la palabra empeñada y a seguir ideales, no a personas.
“Lloramos porque somos sensibles y hemos perdido al mejor hombre de nuestra generación. El país, al que él sirvió con inteligencia, honradez y humildad, lo ha perdido. El pueblo que ha desfilado sin cesar ante su féretro, así lo ha comprendido. Y los que no pudieron hacerlo por el trabajo y la distancia, también sintieron correr las lágrimas en sus rostros. Esas muestras de dolor han sido las expresiones del reconocimiento y el agradecimiento popular.
Raúl Alfonsín fue el símbolo de la democracia argentina. Lo fue, además, en todo momento. En los años crueles del autoritarismo y en los años de la restauración constitucional que él encabezó y en los que ejerció su presidencia ejemplar. En ninguna de las dos etapas su lucha y gestión fue fácil. Todo lo contrario. Afrontó peligros personales y familiares en una y en la otra soportó conspiraciones, intentos de golpe de Estado y otros actos desestabilizadores. Pero nunca, como un verdadero líder, perdió el rumbo. Condujo siempre el timón con firmeza hasta lograr que la ley imperase en la República y que los presidentes se sucedieran unos a otros elegidos por el pueblo. Ese es su legado.
Decía Alfonsín: “No hay que seguir a los hombres, sino a las ideas”, pero los hombres encarnan a las ideas y fue él quien representó los ideales, los principios, los valores y la ética de nuestra lucha, la lucha que el encabezó.”
SOLARI YRIGOYEN DESPIDE A ALFONSÍN
Palabras del titular de la Convención Nacional en el Cementerio de la Recoleta
“Lloramos porque somos sensibles y hemos perdido al mejor hombre de nuestra generación. El país, al que él sirvió con inteligencia, honradez y humildad, lo ha perdido. El pueblo que ha desfilado sin cesar ante su féretro, así lo ha comprendido. Y los que no pudieron hacerlo por el trabajo y la distancia, también sintieron correr las lágrimas en sus rostros. Esas muestras de dolor han sido las expresiones del reconocimiento y el agradecimiento popular.
Raúl Alfonsín fue el símbolo de la democracia argentina. Lo fue, además, en todo momento. En los años crueles del autoritarismo y en los años de la restauración constitucional que él encabezó y en los que ejerció su presidencia ejemplar. En ninguna de las dos etapas su lucha y gestión fue fácil. Todo lo contrario. Afrontó peligros personales y familiares en una y en la otra soportó conspiraciones, intentos de golpe de Estado y otros actos desestabilizadores. Pero nunca, como un verdadero líder, perdió el rumbo. Condujo siempre el timón con firmeza hasta lograr que la ley imperase en la República y que los presidentes se sucedieran unos a otros elegidos por el pueblo. Ese es su legado.
Decía Alfonsín: “No hay que seguir a los hombres, sino a las ideas”, pero los hombres encarnan a las ideas y fue él quien representó los ideales, los principios, los valores y la ética de nuestra lucha, la lucha que el encabezó.”
SOLARI YRIGOYEN DESPIDE A ALFONSÍN
Palabras del titular de la Convención Nacional en el Cementerio de la Recoleta
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